Historia de Shelby Cobra

Historia
Incluso antes de que comenzara a competir profesionalmente y ganara las 24 Horas de Le Mans, Carroll Shelby tuvo el sueño de construir autos deportivos con su propio nombre. Pero a principios de los sesenta, ese sueño parecía imposible.

Su estado de salud lo obligó a dejar de competir y sus otros negocios no parecían prometedores. Pero en 1961, recibió la noticia de que AC Cars de Inglaterra detendría la producción de su modelo AC Ace ya que los motores de seis cilindros de Bristol ya no estaban disponibles.

Shelby, verdadero empresario de corazón, se dio cuenta de que el ligero y ágil roadster británico podría ser una combinación perfecta para un potente motor V8 estadounidense y que esta podría ser la oportunidad de convertirse en un constructor, y no solo en un piloto de carreras retirado. Muy pronto, se contactó con AC Cars y le enviaron un cuerpo sin motor a su tienda en California. Con la ayuda de Ford Motor Company y un pequeño equipo de mecánicos, el primer Shelby Cobra se introdujo en 1962. Fue impulsado por el motor 260 de Ford, y luego con un venerable 289 V8, y muy pronto se llevó el mundo de los autos deportivos por una tormenta. La combinación de cuerpo liviano, pequeñas dimensiones y el poder bruto de los EE. UU. Demostró ser revolucionaria y el automóvil tuvo un desempeño extremadamente bueno en la competencia en todo el mundo.

Desarrollo
Sin embargo, la ambición de Shelby no iba a terminar allí porque sabía que Cobra tenía más potencial. Entonces, en 1964, Shelby comenzó a trabajar en Shelby Cobra 427, una versión aún más extrema impulsada por un monstruoso motor Ford de 7 litros de bloque grande con aproximadamente 450 bhp y más de 600 Nm de torque. Era una locura poner este tipo de poder en un automóvil tan ligero, pero Shelby no era el tipo que se preocupaba por la salud mental de sus vehículos. Pensó, con razón, que no hay tal cosa como demasiada potencia y estaba decidido a construir un último músculo clásico. Instalar un 427 V8 resultó ser más difícil y el cuerpo Cobra necesitaba ser estirado y ampliado con las mejoras necesarias en el chasis y la suspensión. El diseño general siguió siendo el mismo, pero aunque las Cobras 289 y 427 parecían muy similares, ninguno de los paneles del cuerpo, excepto el capó, el baúl y el parabrisas, son intercambiables.

Conducción y rendimiento
Equipado con la bestia de un motor y una transmisión manual de cuatro velocidades, el Cobra 427 fue sorprendentemente rápido incluso para los estándares actuales. El tiempo de 0 a 60 mph fue de poco más de 4 segundos y el sprint de 0 a 100 mph tomó los sorprendentes 10.3 segundos. Durante años, Cobra 427 fue el automóvil estadounidense más rápido en todos los aspectos. La aceleración brutal fue uno de los mejores puntos de venta, y una leyenda dice que Shelby puso un billete de 100 $ en el tablero de Cobra 427, diciendo que cualquiera que pudiera alcanzarlo durante la aceleración puede reclamarlo. Aparentemente, nadie se marchó un 100 $ más rico. Sin embargo, ese fantástico desempeño resultó ser demasiado para algunos propietarios y muchos Cobras se estrellaron debido a que los controladores no estaban acostumbrados a ese nivel de potencia y velocidad.

Equipo y confort
Dado que el Cobra 427 era un auto deportivo extremo, no hay mucho en cuanto al equipo que se instaló. El conductor tenía una instrumentación completa que era una necesidad, más que un lujo, y nada más. Todos los Cobra 427 eran roadsters y no había un techo convertible regular, solo un pedazo de lienzo con ventanas laterales de plexiglás en caso de lluvia. La falta de protección contra la intemperie podría interpretarse como una característica de seguridad, ya que conducir una Cobra 427 en una superficie húmeda a cualquier velocidad podría ser fatal. Cobra 427 tenía una suspensión muy rígida y los pasajeros se sentaban bajos, abiertos a elementos casi sin protección contra el viento, seguidos del rugido del poderoso motor V8, que es una parte importante del atractivo y la magia del 427.

Correr cuesta
Los Cobra 427 originales son uno de los autos clásicos más buscados y caros, a menudo apreciados y conservados por sus propietarios. Los precios son más de 1 millón de dólares por un ejemplo perfecto, pero las Cobras originales rara vez están a la venta. Los costos básicos de funcionamiento no son altos, ya que Cobra 427 usa un tren motriz de Ford, y las piezas de repuesto son comunes y baratas. Algunas de las partes de la carrocería, las partes de la suspensión y los detalles podrían ser muy costosos, ya que solo se pueden encontrar como material nuevo y muy raro.

Sin embargo, desde principios de los años 70, muchas pequeñas compañías produjeron réplicas de Cobra 427 que ayudaron enormemente a la popularidad del automóvil. Dado que el auto original era raro y costoso, muchos fanáticos encontraron que tener una réplica puede proporcionarles la misma experiencia por una fracción del costo. La mayoría de las réplicas se han construido a partir de plexiglás y con varias partes y piezas de otros autos, pero a lo largo de los años, solo algunas compañías comenzaron a producir clones exactos de Cobra 427 que son idénticos en todos los aspectos.

El AC original es el más conocido, y hay Shelby American en Las Vegas que aún hace la serie Cobras de continuación. Puedes comprar un coche Cobra 427 barato y personalizarlo con diferentes motores, transmisiones, frenos y suspensión. Muchos propietarios de réplicas han estado instalando motores Chevrolet de bloque pequeño en sus Cobras, ya que los motores son baratos y comunes, lo que los puristas de Ford consideran blasfemia. Se estima que se han realizado más de 60.000 réplicas de Cobra a lo largo de los años.

Datos y cifras
El Cobra 427 original se hizo de 1965 a 1967 y en ese período Shelby produjo 348 copias. La mayoría de los 427 se produjeron como tranvías (260 ejemplos), pero Shelby ofreció un paquete de "Competición" para propietarios con aspiraciones de carreras y un paquete de "Semicompetencia" para las personas que querían un tranvía con el que pudieran competir de vez en cuando. No está claro cuántos fueron estrellados y destruidos, pero los ejemplos más supervivientes han sido explicados por los historiadores y clubes de Shelby.

Sin embargo, es uno de los automóviles estadounidenses más legendarios y el híbrido británico-estadounidense más exitoso que ayudó a Shelby a ser más popular como constructor que como piloto. Con más de 50 años, sigue siendo uno de los autos deportivos más deseables para todos los entusiastas.